Los amos de la guerra


Drones en Pakistán: bombardeos sin salir de casa

Michelangelo Cocco
Il Manifesto

Traducido para Rebelión por Juan Alba Martínez


Durante 5000 años combatir ha implicado la posibilidad de morir. Hoy, con los aviones sin piloto los EE.UU pueden afrontar los conflictos como si fueran videojuegos. Pero el uso de los drones está bajo acusación en Pakistán y Washington.

Un cuarto de hora después de haber lanzado misiles en la zona tribal de Paquistán, el capitán Dan entra en su casa a pocos kilómetros de la base aeronáutica de Creech en Nevada, abraza a su mujer y a sus hijos y se sienta en la mesa para cenar. Esto es posible gracias a uno de los 200 “unmanned aerial vehicle”(UAV) que posee el ejército estadounidense. Aviones sin piloto o simplemente drones guiados con joystick, teclado y pantalla, a miles de kilómetros del objetivo y con las instrucciones dadas paso a paso por la CIA en Langley, Virginia. El modelo más avanzado se llama MQ-9 “reaper”, literalmente “segador”, y tiene una capacidad de destrucción mayor que su predecesor, el “predator”, del cual están en servicio 195 ejemplares. De once metros de longitud y dotado de alas de 20 metros, los 28 “reaper” estadounidenses son verdaderas máquinas de guerra que con el depósito lleno pueden volar noche y día durante 14 horas seguidas trasportando bombas GBU-12 guiadas por láser y misiles aire-tierra AGM-114 Hellfire. Transmitidas por un sistema de satélites y antenas, las órdenes impartidas desde la base de Creech llegan a los drones en 1,2 segundos.

Cuando los que experimentaban eran los italianos

Fue un italiano el que inauguró la era de los bombardeos aéreos el 1 de noviembre 1911: el subteniente marqués Giulio Gavotti. Los pilotos corrían más riesgos que ahora, pero, como en el caso de los UAV, Gavotti podía estar seguro de que no lo derribarían. Sven Lindqvist, en su ”Historia de los bombardeos” (Editorial Turner), nos recuerda ese acontecimiento: “Se asomó fuera del habitáculo de su monoplano, ligero como una libélula, y lanzó la bomba -una granada de mano de fabricación danesa- sobre el oasis norteafricano de Tagiura, cerca de Trípoli. Unos instantes más tarde, atacó el oasis de Ain Zahra. En el primer ataque aéreo se lanzó un total de cuatro bombas, cada una de ellas de dos kilos de peso”. Un año después Gustav Janson, en un libro llamado Lögnern (Las mentiras) contó las sensaciones del aviador italiano: “¡La tierra vacía bajo sus pies, el cielo abierto sobre su cabeza y él, el hombre solitario, navegando entre ellos! Lo embargó una fuerte sensación de poder. Estaba atravesando el espacio aéreo, haciendo valer la indiscutible superioridad de la raza blanca. Tenía la prueba de ello al alcance de la mano: siete bombas altamente explosivas. Ser capaz de lanzarlas desde el mismo cielo, eso era definitivo e irrefutable”.

Han pasado casi cien años y ahora el país más masacrado es Pakistán, donde la administración de Barack Obama ha ordenado más de 40 ataques con drones, que han matado entre 326 y 538 personas, la mayor parte civiles. “Aunque es difícil tener una cifra precisa”, escribe Jane Mayer en el New Yorker el 26 de octubre, “la cosa está clara: la CIA se ha unido a los servicios secretos pakistaníes en una campaña agresiva para arrancar de raíz a los milicianos locales y extranjeros que han encontrado refugio en las zonas más inaccesibles del país”.

El coronel William Brandt explicaba en un reciente documental de Frontline que “estamos a punto de vivir un completo cambio en la cultura de la aviación: dentro de poco tendremos más aviones sin piloto que aviones conducidos por pilotos”. En efecto la californiana General Atomics Aeronautical Systems no consigue satisfacer todos los encargos de predator y reaper.

El pasado 1 de agosto el Pentágono dijo en el Congreso que el gobierno italiano quería comprar “cuatro MQ-9, tres estaciones móviles de tierra y cinco años de mantenimiento” con un gasto total de 330 millones de dólares.

“Hacer la guerra ha tenido el mismo significado durante 5000 años”, explica Peter Warren Singer, investigador para la Brooking Institution y autor de Wired for war: “Ir a un sitio donde hay tantos riesgos que podrías no regresar nunca a casa, no volver a ver a tu familia nunca más. Ahora un piloto de predator se sienta delante de un ordenador, lanza misiles contra un objetivo, mata enemigos y al finalizar el día coge el coche y 20 minutos más tarde está sentado a la mesa hablando de los deberes de sus hijos”.

Basándose en autorizados medios de información, la New America Foundation ha trazado un balance de la actividad de los drones en Pakistán. Desde el año 2006 a la mitad del mes pasado, 82 ataques de drones han matado en el país entre 750 y 1000 personas, de las cuales entre 500 y 700 (entre el 66% al 68%) eran combatientes. Según estas mismas fuentes el número de civiles muertos oscila entre 250 y 300 (33%-35%), se nos dice en el artículo “La revancha de los drones”. Desde que Obama está en el gobierno, aparte de la media docena de dirigentes combatientes, se ha matado a 530 personas: entre 250 y 400 eran combatientes (75%) y el resto, civiles (25%).

Con Obama aumentan los raid

En vez de rectificar el proyecto heredado de George W. Bush, Obama intensifica dramáticamente el número de ataques con drones predator. Este año ha habido 43 ataques en Pakistán (dos con Bush en el poder contra 34 durante el año en curso).

El documento del New American Times acaba subrayando seis problemas, tácticos y estratégicos, “que tendrían que tenerse en cuenta en la discusión sobre su eficacia”:

Los raid tienen una débil justificación jurídica, porque violarían el principio de proporcionalidad, según la cual un objetivo militar no puede ser atacado si se corre el riesgo de que haya víctimas civiles o daños excesivos respecto de la ventaja derivada del ataque.

Son muy impopulares entre la opinión publica pakistaní, los milicianos de al Qaeda y los talibanes, quienes lo utilizan como excusa para atacar objetivos gubernamentales en el interior de Pakistán

Los drones ya no tienen efecto sorpresa: para huir, muchos dirigentes se han refugiado en otras zonas de Pakistán, contribuyendo a desestabilizar el país.

Han matado a dirigentes de rango medio, pero al mismo tiempo las bombas destruyen también ordenadores, teléfonos móviles y pruebas que podrían ser utilizadas por los servicios de inteligencia.

Representan una táctica y no tienen ningún efecto estratégico.

Han dañado a al-Qaeda pero, ¿hasta qué punto no han reforzado la propaganda de los combatientes y desestabilizado Pakistán?

Segun Mayer, "no hay ya dudas de que el asesinato selectivo se ha convertido en política oficial de los EE.UU". Pero sobre todo no se puede ignorar que “el programa predator ha empezado tras una escasísima discusión pública, tanto más si se piensa que estamos ante un uso radicalmente nuevo y sin fronteras de la fuerza letal del Estado”.

Acusaciones a las cuales el jefe de la CIA, Leon Panetta, responde desde hace meses con la misma cantinela: “Nos aseguramos de atacar sólo objetivos reales”.

http://www.ilmanifesto.it/il-manifesto/in-edicola/numero/20091106/pagina/16/pezzo/264124/

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=96038

Embarazos paternos

“NUEVOS ESCENARIOS” PARA LA MASCULINIDAD


Los desarrollos científicos en fertilización asistida incluyen las “monoparentalidades masculinas, como es el caso de hombres que acceden a una paternidad a través del alquiler de vientre o la donación de óvulos”, advierte la autora, que indaga cómo se plantea, en este escenario, la paternidad.

Por Patricia Alkolombre *

Propongo pensar algunas ideas sobre los nuevos escenarios masculinos con relación al campo de la fertilidad asistida. Estos escenarios se han generado a partir de las nuevas posibilidades que ofrece la ciencia hoy, en particular la donación de gametos –óvulos y espermatozoides– y el alquiler de vientre. Se trata de contextos muy novedosos: entre ellos están las monoparentalidades masculinas, como es el caso de hombres que acceden a una paternidad a través del alquiler de vientre o la donación de óvulos.

Estamos en un momento histórico en el que podemos preguntarnos en qué medida los avances en tecnologías reproductivas modificaron las parentalidades, y en el caso que abordaremos, las paternidades. ¿Qué fenómenos se hacen visibles a partir de estos cambios?

Hace pocos meses fue noticia el nacimiento de los mellizos Matteo y Valentín, los hijos de Ricky Martin. En una revista podíamos leer: “Ricky nos cuenta que el deseo de convertirse en padre se iba haciendo cada vez más fuerte. Después de investigar en profundidad sobre las técnicas de reproducción asistida, llegó al convencimiento de que la subrogación gestacional era la opción perfecta para él” (la subrogación gestacional es también llamada “alquiler de vientre” o “maternidad subrogada”, aunque en este caso debiéramos llamarla “paternidad subrogada”).

Se trata de una paternidad con características singulares: él es el padre de los niños, desplazando a la figura materna y constituyendo una familia monoparental. Para lograrlo consiguió que una mujer le done los óvulos y que otra le alquile su vientre.

En pleno siglo XXI, la paternidad de Ricky Martin y la de muchas parejas homosexuales masculinas que adoptan o alquilan vientres, dan lugar a pensar en este punto. Le llegó el turno al hombre: un vientre para él, diríamos. Hasta ahora siempre se habló del deseo de hijo como algo perteneciente al campo deseante femenino, pero hay rituales –como la llamada couvade–, mitos y manifestaciones de la clínica –como los delirios de embarazo masculino– que dan cuenta de la presencia del deseo de hijo en el hombre.

El término couvade proviene del francés couver, “empollar”, que a su vez procede del latín cubare: “estar acostado”. Los antropólogos lo describen como un ritual en el cual el hombre toma el lugar de la mujer en el parto: una vez que el niño ha nacido lo toma, se mete en la cama y recibe las felicitaciones de sus vecinos. Es el “lecho de parto” de los hombres e implica una relación cuerpo a cuerpo con el niño.

En los mitos la monoparentalidad está presente en los dioses “embarazados”. Entre ellos está Zeus, que dio a luz a Palas Atenea de su cabeza y a Dionisio de su muslo. También fue Zeus quien sacó a sus hermanos del vientre de Cronos.

Los matako del Chaco dicen que el demiurgo llamado Tawkxwax, que no tenía mujer, hundió su pene en su propio brazo y se dejó a sí mismo embarazado de un varón (Bernard This, El padre: acto de nacimiento, ed. Paidós, 1978). Vemos que estas figuras masculinas dan a luz muy curiosamente.

Freud sostuvo que todo delirio contiene un núcleo de verdad. Su estudio “Sobre un caso de paranoia descripto autobiográficamente” (“Caso Schreber”) lleva como epígrafe una cita de las Memorias del magistrado Daniel Paul Schreber: “Algo semejante a la concepción por una virgen inmaculada –es decir, por una virgen que jamás ha conocido varón– se ha producido en mi cuerpo. En dos ocasiones diferentes ha tenido un órgano genital femenino, aunque imperfectamente desarrollado, y he sentido en mi cuerpo sobresaltos como los que corresponden a las primeras manifestaciones vitales del embrión humano: nervios divinos que corresponden a la simiente masculina habían sido echados en mi cuerpo por un milagro divino; por lo tanto, una fecundación había tenido lugar”. El delirio de embarazo de Schreber está relacionado –entre otras cosas– con su frustrada paternidad.

Freud establece en el historial una relación entre el delirio de convertirse en mujer y la imposibilidad de tener hijos. Escribe: “Acaso el doctor Schreber forjó la fantasía de que si él fuera mujer sería más apto para tener hijos y así halló el camino para resituarse en la postura femenina frente al padre, de la primera infancia”. La esposa de Schreber había perdido seis embarazos, y él, a raíz de la muerte de su hermano, era el único hijo varón que quedaba en la familia, el único que podía perpetuar el apellido; Schreber no podía transmitir su nombre.

Entre el delirio de embarazo de Schreber y las paternidades con el auxilio de las técnicas reproductivas, al modo de Ricky Martin, podemos conjeturar el deseo de hijo en el hombre.

Al volver a los nuevos escenarios masculinos en fertilidad asistida, se impone la pregunta acerca de la distinción entre un padre y un genitor. Se trata de la diferencia entre una transmisión biológica y otra psíquica. El genitor es quien engendra, pero no hay un sujeto, ya que el gameto donado –el esperma– queda despojado de su subjetividad en el momento que pasa a ser donado. La donación de esperma existe desde hace dos siglos (R. Frydman, L’Irresistible Désir de Naissance, Presses Universitaires de France, Paris, 1986, p.12) y en la mayoría de los países es anónima. El padre, por su parte, tiene una función, que suele llamarse función paterna y que permite el ingreso del hijo en la cultura. Su modo de engendrarlo no es llevarlo en su vientre, sino darle su nombre.

En relación con esta función se definen las figuras del bastardo, el hijo no reconocido por su padre, y del “hijo natural”, sin padre conocido. “Natural”, quizá, porque proviene sólo de una mujer, y no hay un hombre que le permita ingresar en la cultura, de acuerdo con la fórmula “madre natura, padre cultura”.

Bernard This señala que “en la tradición indoeuropea, el hombre que posee la patria potestas –potencia ligada al padre, poder detentado por el jefe de familia– debe tomar al niño sobre sus rodillas para reconocerlo, si se trata de su ‘propio’ hijo, o para adoptarlo, si no no hay vínculo ‘natural’; es el rito de agregación a la familia. El padre podría rechazar al niño, tendría el derecho de exponerlo, de dejarlo morir, puesto que aún no ha sido nombrado”. Este autor observa que el poder del padre no depende ni de su fuerza física ni de su inteligencia; es una función que él ejerce. This observa que genou, “rodilla” en francés, procede de la raíz latina gen, que corresponde a concebir, engendrar, dar a luz. Es el símbolo y la sede de la fuerza muscular que permite al hombre estar plantado sobre sus piernas; es también la potencia, el vigor, la comunidad de bienes, de rentas, la coparticipación en una herencia.

De allí que nacer no es sólo salir del vientre materno: el nacimiento debe ser declarado por el padre. El padre puede o no estar investido en sus funciones y ser el portador de la ley. Prohibición del incesto y parricidio mediante, el padre es quien lleva al niño por fuera de la familia. Función paterna de protección de la cría, dador de un útero distinto, que permitirá ingresar al hijo en la cultura.


Esa partecita femenina

Podemos ahora adentrarnos en la pregunta acerca de la paternidad y el deseo de hijo en el hombre desde la teoría psicoanalítica. Si bien en la obra de Freud no hay referencias directas al tema, esta búsqueda nos lleva al complejo de Edipo en el varón. Allí la función del padre tiene un valor central en la declinación del Edipo.

Juan David Nasio aborda la problemática de la “femineidad del padre” (“La femineidad del padre”, en Voces de femineidad, compilado por Mariam Alizade, 1991): señala la necesidad que tiene todo aquel que debe ocupar el lugar de padre de reconocer su parte femenina. Nasio distingue entre la femineidad y la idea que sobre la femineidad tiene el hombre neurótico. Esta última emerge de su angustia de castración, que a su vez remite a pasividad y sumisión: “Ella sufre por estar castrada”. Pero, advierte Nasio, cuando el hombre puede aceptar su “parte femenina”, atravesando la angustia, y ha logrado comprender que de todas formas hay una pérdida, puede asumir la paternidad habiendo atravesado el fantasma de la feminización –la “roca viva” en el hombre–. Lo podemos también traducir como la aceptación de la castración impuesta por el padre.

Desde el psicoanálisis de niños, Arminda Aberastury planteó que, en el varón, el deseo de tener un hijo del padre en su vientre es normal en las primeras etapas del desarrollo: “El varón desea estar relacionado con el padre, tomar el lugar de la madre y tener hijos. Esta raíz del deseo de un hijo condiciona en parte su represión, ya que su fuente es la homosexualidad” (Aberastury, A. y Salas, E., La paternidad, 1984, ed. Kargieman). Los impulsos amorosos hacia el padre –ser fecundado por él– son reprimidos por dos vías: desde el exterior, se le pide al varón asumir roles que marquen diferencias de sexos con la mujer, y desde el interior, por la resolución edípica, se “va a pique”, sucumbe a la represión. Es así como Aberastury plantea un origen “materno” del rol “paterno”. Dicho de otro modo, el origen “femenino” del deseo de hijo en el varón y sus vicisitudes pueden dar lugar a perturbaciones de la función paterna en el hombre.

En el afán por sostener su masculinidad, asociando lo femenino a lo castrado, todo el campo de la paternidad y el deseo de hijo en el hombre puede sufrir perturbaciones. Estas se pueden expresar –de modo patológico– en los delirios de embarazo; también en el entramado cultural que integran los mitos y rituales y en el amor infantil del niño hacia su padre. Hoy por hoy, el hombre puede decidir procrear solo, adentrarse en un territorio que era hasta hace poco exclusivamente femenino. Y es factible una mirada sobre la paternidad que incluya no sólo los aspectos que hacen al género en su perfil más tradicional: fuerza física, potencia sexual y virilidad. Se trata de ser un hombre y poder hacer presente, sin feminizarse, su deseo de paternidad.

* Miembro titular en función didáctica de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Asesora del Comité de Mujeres y Psicoanálisis (Cowapapa). Texto extractado de un trabajo presentado en el XI Congreso SPP 8º Diálogo Cowap, Lima, Perú, 2009.

http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-135937-2009-11-26.html

Irán, armas nucleares y la manipulación de los medios de comunicación

Las declaraciones de la AIEA no coinciden con la idea que nos transmiten los medios sobre las intenciones y el programa nuclear iraní

Tiago Damas
Rebelión


Los principales Medios de Comunicación nos insisten en que Irán quiere construir la bomba nuclear, en que no coopera con la AIEA (Agencia Internacional de Energía Atómica ) qua amenaza a Israel, a Estados Unidos, al mundo entero. Según Al Baradei (el director de la AIEA hasta noviembre de este año) las investigaciones de este organismo nos muestran que la realidad es bien distinta.


Veamos un método muy típico de "desinformación" en el caso de Irán, aplicado por el periódico El País:

El pasado 18 de noviembre el periódico El País publicó una entrevista a Al Baradei (director de la AIEA hasta junio de este año), con el titular: "Iran ha abierto nuevas dudas sobre su buena fe".

Os invito a leer la entrevista, porque seguramente, como me ha pasado a mí, verificaréis que las declaraciones de Al Baradei dan a entender justo lo contrario de lo que se pretende transmitir con dicho titular. Es verdad que el periódico ha utilizado una declaración de Al Baradei - es verdad que Al Baradei dijo "Irán ha abierto nuevas dudas sobre su buena fe", pero fue la única frase negativa en relación a la actitud de Irán. Os transcribo (tal como hizo El País) a continuación, las demás declaraciones que, si fuesen utilizadas para el titular, cambiarían por completo la idea transmitida (si queréis leed sólo lo que está en negrita).


Pregunta. ¿Es peligrosa la planta nuclear iraní de Qom?

Respuesta. Hace un mes nos dijeron que estaban construyendo una planta para el enriquecimiento de uranio, pero han precisado de inmediato que se trataba de una planta pequeña, situada dentro de la montaña, para la defensa pacífica de su tecnología (¿os acordáis de las declaraciones de los media sobre cómo el complejo fue construido en la montaña -escondido-? pues aquí está la justificación), cuyo único objetivo es la producción de energía eléctrica.

(...)


R. (...) " estaba construida de forma que protegiera todas las tecnologías presentes en caso de ataque militar." (El pasado 20 de julio Israel hizo maniobras con sus submarinos de guerra con armamento nuclear, cruzando el canal de Suez -con autorización de Egipto- para tener las bases militares y puntos estratégicos iraníes al alcance de sus misiles.)


R. Irán ha dado un paso en falso que ha creado un conflicto y ha abierto nuevas dudas sobre su buena fe. Nuestros inspectores han estado en ese lugar y han encontrado equipamiento, cables, tuberías, pero no centrifugadoras ni material nuclear. Probablemente la planta esté aún por terminar. Se necesitará por lo menos un año o más. En nuestra opinión, no constituye un motivo de preocupación.

(...)


Pregunta. La comunidad internacional es escéptica sobre las negociaciones.

R. Varias fuentes de espionaje extranjeras nos han suministrado documentos sobre Irán. Se trata de planes sobre armamento nuclear, pero demuestran que éstos no han sido desarrollados todavía. Las conclusiones a las que llegan son diferentes. Los servicios secretos de EE UU consideran que Irán no ha abandonado aún la carrera para poseer la bomba atómica. Pero, tras un trabajo minucioso de investigación, el OIEA sospecha que una parte de esos documentos es falsa.

P. Esos documentos demostrarían que por lo menos hasta 2003 Irán produjo material nuclear para construir una bomba.

R. Ya sabemos que la intervención en Irak se basó en una cuestión totalmente falsa. Hay que prestar mucha atención a los documentos y a su fiabilidad.

(...)

R. (...) Hoy existen las condiciones para un cambio

Ahora os transcribo algunas declaraciones de Al Baradei sobre Irán en los últimos meses, que son completamente contrarias a la idea que nos transmiten los medios de comunicación:

02 Setiembre (Agencia EFE): “No hemos visto pruebas concretas de que Teherán tenga en marcha un programa de armas nucleares. Pero, de alguna manera, muchas personas están hablando de que el programa nuclear de Irán es la mayor amenaza para el mundo. En muchos sentidos, creo que la amenaza se ha exagerado”, afirma El Baradei en una entrevista publicada ahora por la revista bimensual “Bulletin of the Atomic Scientists”.


“La idea de que al despertar mañana Irán tenga un arma nuclear es una idea que no está apoyada por los hechos que hemos visto hasta el momento”, resalta El Baradei.

03 Julio (El Pais - EFE): (...) no hay ninguna prueba en los documentos con los que cuenta este organismo que demuestre que Irán está buscando fabricar armas nucleares. “No veo ninguna prueba en los documentos oficiales de la AIEA sobre esto”, ha señalado Amano a Reuters al ser preguntado si creía que el régimen iraní está tratando de conseguir la capacidad para fabricar este tipo de bombas.

21 Junio (AOL - EFE) - “No creo que lo que veo hoy en Irán sea un peligro actual, serio y urgente. Si se lleva a cabo un ataque aéreo contra Irán en este tiempo, no sería capaz de continuar con mi trabajo”, advirtió El Baradei en una entrevista.


“Si haces un ataque aéreo, significa que Irán, si ya no está fabricando armas nucleares, lanzaría un plan de choque para construir armas nucleares con la bendición de todos los iraníes, incluidos los de Occidente”

Creo que con esto uno se hace una idea un poco diferente de la habitual en los medios...

Lo mismo, pero en el sentido opuesto, se verifica en relación a Israel con el mismo tema del programa nuclear (del cual uno apenas escucha por los medios de comunicación).

Lo siguiente son dos párrafos de una resolución aprobada por la AIEA (Agencia Internacional de Energía Atómica) el pasado 18 de septiembre bajo el título "Capacidades Nucleares de Israel" (antes que nada recordad que Israel no ha firmado el Tratado de No Proliferación, mientras Iran sí lo hizo).


(pag.2) 1. Expresa preocupación por la amenaza que plantea la proliferación de las armas nucleares para la seguridad y la estabilidad del Oriente Medio;


2. Manifiesta preocupación por las capacidades nucleares israelíes e insta a Israel a adherirse al TNP y a someter todas sus instalaciones nucleares a las salvaguardias amplias del OIEA;

Según fuentes Iraníes, citando a el-Baradei, Israel es la amenaza numero uno en el Oriente Medio

El siguiente es un memorando presentado por los Estados miembros de La Liga de los Estados Árabes, en 2006, a la AIEA, relativo a las capacidades y amenazas nucleares de Israel:

(...)

2. Las políticas del actual Gobierno de Israel han obstruido el proceso de paz en el Oriente Medio y todas las iniciativas encaminadas a liberar a la región del Oriente Medio de las armas de destrucción en masa y, en particular de las armas nucleares, han fracasado.


(...)

4. En mayo de 2000 (...) se pedía a Israel que se adhiriera al TNP lo antes posible y se acogía con agrado la adhesión al Tratado de algunos países árabes durante el período de 1995 a 2000, destacándose que Israel seguía siendo el único país de la región que no se había adherido al Tratado.

7. Es probable que la posesión de armas nucleares por parte de Israel conduzca a una carrera de armas nucleares destructivas en la región, especialmente si las instalaciones nucleares israelíes permanecen al margen de todo control internacional.


Por otro lado, la Conferencia General del Organismo Internacional de Energia Atómica ha aprobado (...), por primera vez desde 1991, una resolución que critica abiertamente el programa nuclear de Israel. (RTVE.es)

Asimismo, la resolución "insta" a Israel a integrarse en el Tratado de No Proliferaciónde Armas Nucleares y permitir que el OIEA inspecciones sus instalaciones nucleares.

Y cómo no, EEUU y Unión Europea se posicionaron en contra. Felizmente la mayoría votó a favor (por esta votación, puede uno suponer que esto ha sido lo que ha estado impidiendo que estas acusaciones se formalizaran antes y repetidas veces, una vez que se sabe que Israel tiene armas nucleares desde hace muchísimos años y nunca ha firmado el "tratado de no proliferación").


Además, si vemos las declaraciones de los representantes israelíes, nos damos cuenta que la posición adoptada hacia las propuestas de la AIEA es de completo rechazo, al contrario de Irán:



"La delegación de Israel deplora esta resolución".


"Israel no cooperará en ninguna manera con esta resolución dirigida únicamente a reforzar las hostilidades políticas y líneas de división en la región de Oriente Medio".

Segun Israel, Estados Unidos y la UE, es normal que se le exija a Irán, que informe de todos sus avances en materia nuclear a la AIEA, al igual que Estados Unidos y todos los países posedores de armamento nuclear (a excepcion de los no firmantes: Israel, Pakistán e India, a los que, por supuesto, EEUU ayudó y sigue ayudando y financiando en materia nuclear), por creer que es la mejor forma de retener y disminuir el numero de armas nucleares en el mundo. Pero cuando se habla de Israel, un Estado que lleva ocupando ilegal y brutalmente territorios palestinos desde hace mas de 50 años, nadie cree que es necesário controlar su producción de armamento nuclear, a pesar de las advertencias de la AIEA.

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


http://www.rebelion.org/noticia.php?id=95841

Después de las elecciones, ¿un nuevo intento de golpe contra Evo?

Hugo Moldiz Mercado
La Época



Hasta ahora, salvo en la elección de los asambleístas del 2 de julio de 2006, cada victoria política-electoral del Evo Morales ha sido respondida con planes de desestabilización, golpe de Estado y división del país.

El 6 de diciembre Bolivia cerrará una etapa y abrirá otra. Las elecciones generales, en las que la victoria del binomio Evo Morales-Alvaro García Linera está cantada, dejarán atrás cuatro años de enorme tensión entre un viejo bloque en el poder, que hizo de todo para no ser desplazado, y la emergencia un nuevo bloque social, que se defendió con todo. ¿Pero, está descartada la reedición de la violencia, como método de oposición, o incluso un golpe de Estado, en cualquiera de sus modalidades, para derrocar a la dirección del proceso de cambio? El historial del comportamiento de los Estados Unidos –poco tolerante incluso a tímidas reformas dentro del sistema- y de la propia burguesía agroindustrial y latifundista –alejada del manejo de los resortes del poder político estatal, al menos en el nivel central-, no permite ser muy optimista.
Lo que pasa es que una mirada más o menos larga de cuatro años de gobierno de Morales permite apreciar una relación casi constante entre victoria electoral y planes de desestabilización y golpes de Estado, así como algunas señales de al menos dos intentos de organizar y ejecutar un magnicidio. Es decir, después de un triunfo del oficialismo, la ultraderecha boliviana y sus aliados externos han respondido con una sistemática estrategia subversiva. Un recuento de los hechos a partir de los primeros meses en que un indígena asume la conducción de Bolivia sería muy largo. Solo recordar el progresivo y sistemático plan de especulación y desabastecimiento de carne, aceite, azúcar y otros alimentos producidos en los departamentos de Santa Cruz y Beni, ambos los más activos en la denominada, en aquel entonces, “Media Luna”, que incluía a Tarija y Pando y a la que se sumó luego Chuquisaca.
Pero, la presentación del informe final de la Comisión Multipartidaria que investigó las circunstancias y los alcances de la conformación una célula paramilitar, dirigida por un boliviano-croata y desmantelada en un operativo en la madrugada del 16 de abril en la capital cruceña, da pie para establecer algunos hechos e hilar algunas implícitas conclusiones. Y una nuevo regreso a la ecuación victoria electoral-plan de desestabilización o golpe de Estado. Evo Morales salió airoso, por bastante votos (67%), del referéndum revocatorio de agosto de 2008 y la ultraderecha reactivó de inmediato una estrategia para derrotar al gobierno por la vía del separatismo; en enero de 2009 se aprobó la Constitución Política del Estado con cerca del 62 por ciento de apoyo electoral y en Bolivia estaba en marcha el segundo intento de fracturar la unidad territorial, pero esta vez con la participación de mercenarios extranjeros con experiencia en la división de la ex Yugoslavia de Tito.

Primer intento

Después de la victoria del presidente Morales en el referéndum revocatorio, las plazas centrales de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija encontraban a dirigentes cívicos, prefecturales y políticos en arengas que giraban en torno a pasar a otro plano de la “resistencia” para establecer la autonomía de facto con la que movilizaban a miles de ciudadanos, principalmente de las ciudades. El fundamento era que sus prefectos –Rubén Costas, Ernesto Suárez, Leopoldo Fernández y Mario Cossio- también habían sido ratificados en la consulta del 10 de agosto. En La Paz, ante miles de personas congregadas en la Plaza Murillo y desde el palco de Palacio Quemado, el jefe de Estado invitaba a las autoridades departamentales a construir juntos la autonomía. Los prefectos opositores, que se hacían llamar “gobernadores” desde las consultas por los estatutos que se hicieron entre mayo y junio de ese año, respondieron con dureza a la invitación.
El bloque opositor, con epicentro en el oriental departamento de Santa Cruz, dispuso la activación de un plan que luego sería denunciado por el gobierno como un golpe cívico-prefectural. Las medidas de la contraofensiva opositora fueron públicamente conocidas en voz de sus principales dirigentes e implicaban la huelga de hambre, el bloqueo de caminos y la toma de instituciones públicas. Todas estas acciones de abierta conspiración, denunciadas por el gobierno ante la comunidad internacional y legitimadas por un poderoso aparato mediático en manos de las fracciones más duras de la oposición, se ejecutaron coordinadamente en los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija, además del respaldo de la prefecta de Chuquisaca, Sabina Cuellar, y el Comité Interinstitucional de ese departamento.
Pero el plan tenía además acciones encubiertas que iban desde la agresión física a dirigentes y ciudadanos comprometidos con el proceso de cambio hasta la puesta en marcha de destacamentos con cierta preparación militar en la ocupación de las entidades públicas, pasando por atentados dinamiteros contra la sede del consulado venezolano y la jefatura de la misión médica cubana en Santa Cruz.

El diseño táctico-estratégico giraba en torno a la “guerra de posiciones”. Convencida de que el gobierno tenía una gran hegemonía en el occidente, conciente de que no existían condiciones para superar los límites de los departamentos de la llamada “Media Luna” y persuadida que la línea era la “independencia”, la ultraderecha estableció los términos del plan separatista: no molestar al occidente, renunciar a expulsar a Evo Morales de la Presidencia y tomar control territorial de los cuatro departamentos.
En ese mismo período Philip Golberg -un activo embajador de EEUU en la desintegración de Yugoslavia, luego en Bolivia y hoy encargado de inteligencia de la Casa Blanca-, fue visto con frecuencia en Santa Cruz e impulsó, junto a cuatro congresistas de la línea dura de ese país, una reunión con el prefecto Rubén Costas y dirigentes cívicos el 21 de agosto. De acuerdo a una denuncia del ex diputado socialista Wálter Vásquez Michel, “el 2 de septiembre, dando exhaustivo cumplimiento a esa agenda golpista, dos funcionarios norteamericanos por encargo de Goldberg, sostuvieron otro encuentro conspirativo con cuatro generales en retiro, en la casa del general Elías Eduardo, encargado de la seguridad de la Prefectura de Santa Cruz y hombre de toda confianza del Prefecto Rubén Costas. Entre los militares estuvieron el general (SP) Ontiveros, el general (SP), Marcelo Antezana y el general (SP), Herlán Viestrox” y tres días después “el encargado de asuntos militares de la embajada de EEUU conversó en Santa Cruz con el Cmdte. de la Octava División, el general Antonio Bracamonte, el Teniente coronel Dieter Claure y otros, para planificar una entrega de las unidades militares a los grupos paramilitares. Con ese se esperaba tensionar más la situación y dar la sensación de que el gobierno había perdido el control de las Fuerzas Armadas”.
La defensa del proceso de cambio boliviano la tomaron los movimientos sociales. Miles de indígenas y campesinos se desplazaron en la segunda quincena de septiembre hacia la ciudad de Santa Cruz para recuperar las instituciones públicas y, sobre todo, sofocar el golpe cívico-prefectural. Días antes, el 11 de septiembre, en la localidad de El Porvenir del departamento de Pando, al norte de La Paz, una veintena de campesinos eran asesinados por hombres leales al prefecto Leopoldo Fernández, hoy recluido en el penal de San Pedro y candidato a la vicepresidencia de Bolivia por la coalición PPB-Convergencia que lleva a la cabeza al también ex prefecto Manfred Reyes Villa.
La marcha campesina y popular, impulsada por la consigna “cerco Tupak Katari a Santa Cruz", llegó el 13 de septiembre hasta la ciudad intermedia de Montero, a menos de 1 hora de la capital y fue detenida a pedido del presidente Morales, quien dio luz verde a la instalación de mesas de diálogo para analizar y modificar algunos artículos de la Constitución Política del Estado aprobada en la Asamblea Constituyente. Horas antes la dirigencia cívica, tras una evaluación de sus fuerzas y el avance de la marcha de los adeptos al proceso, determinó también la suspensión de sus medidas de presión. El golpe cívico-prefectural fue derrotado y los prefectos y dirigentes cívicos no tuvieron otra alternativa que avalar, aun con los dientes apretados de impotencia, los acuerdos políticos alcanzados en el central departamento de Cochabamba en octubre.

Segundo intento

Pero, como ocurre muchas veces en política, las derrotas tácticas o estratégicas no necesariamente suponen el reconocimiento de sus protagonistas y la renuncia a sus planes de conspiración. La investigación de la Comisión Multipartidaria permite confirmar que el 8 de septiembre, en Hungría, el jefe paramilitar Eduardo Rózsa grababa, en una entrevista organizada por él mismo con el periodista Andras Kepes, un video en el cual relataba los objetivos de su viaje a Bolivia.
No se ha identificado con precisión el día en el que Rozsa –el cabecilla del grupo armado y abatido en la madrugada del 16 de abril en Santa Cruz- ingresó al país, pero si la vía por la que lo hizo. “Llegaré a la ciudad de Mato Grosso de Brasil, llamada Campo Grande. Allí me esperarán con un automóvil. Me llevarán a un sitio concreto, cerca de frontera verde, donde pasaremos la frontera con personas contrabandistas conocidas por mis contactos”, le señala, poco antes de emprender el largo viaje a Bolivia, al periodista húngaro que ahora será requerido por la justicia boliviana para indagar si conoce más detalles.
Sin embargo, una simple relación de hechos conduce a asegurar que Rózsa, o no llegó a Bolivia antes del 13 de septiembre, cuando la marcha indígena se desmovilizó en Montero o lo hizo escasas horas antes de que eso sucediera. Que la defensa de Santa Cruz encargada al jefe paramilitar no estaba motivada por esa marcha, lo confirman la llegada, entre noviembre y febrero, de otros mercenarios extranjeros: Elod Toaso y Gaspar Daniel llegaron el 9 de noviembre; Dudog Gabor, Pistovcak y Revesz Tibor el 18 del mismo mes y Dwyer Michael Martín un día después. Todos partieron de Madrid, se embarcaron en Aerosur y el boleto lo pagó Luis Hurtado, vinculado a COTAS. La tarea para organizar a las milicias a partir de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) y constituir un ejército para defender a la “independiente” Santa Cruz corresponde al periodo noviembre-febrero.
Experto en estrategia militar, Rózsa contaba, sin embargo, con que el proyecto separatista iba a ocasionar una enérgica reacción del gobierno y que, como todo Estado, instancia monopolizadora de la fuerza pública, iba a instruir a policías y militares restablecer el orden establecido. Es más, conocedor del principio que tiene la concentración de fuerzas antes que su dispersión, el boliviano, nacionalizado húngaro-croata, daba por descontado que el objetivo gubernamental sería Santa Cruz, el epicentro de la contrarrevolución boliviana. De aquí que tenga sentido cuando señala, en su testamento político, que se debía “organizar la defensa y la resistencia de la ciudad y el departamento de Santa Cruz”. Pero lo siguiente es más claro aún: “no voy a lanzar un ataque contra La Paz, tampoco ayudaré a lanzar una ofensiva sobre la capital del país ni derrocaría al presidente Evo Morales”.
Es bastante llamativa la coincidencia discursiva entre la dirigencia cívico-prefectural y las declaraciones de Rózsa en Hungría. “Si no hay autonomía y no podemos vivir juntos, vamos a gritar que somos independientes y haremos un nuevo país. Esa es la idea, primero están probando razonar para prevenir la matanza de la gente, pero queremos mostrar la fuerza e independizarnos. Mi alma ya está en Santa Cruz”, sostuvo el jefe paramilitar antes de llegar a Bolivia.
Si bien no hay datos que lleven a precisar los tiempos e intensidades del plan separatista en su segundo momento, una combinación de varios aspectos (los paramilitares llegan a Santa Cruz entre noviembre y febrero y las fiestas de fin de año) permite pensar que la nueva contraofensiva se iba a desarrollar o un par de semanas antes o días después del referéndum constitucional.

Tercer intento

Las sucesivas derrotas político-electorales de la ultraderecha (victoria de Evo Morales el 10 de agosto, la convocatoria a referéndum constitucional para el 25 de enero de 2009 y la aprobación de la nueva Constitución) y político-militares (fracaso del golpe cívico-prefectural y el proyecto separatista), se produce un rediseño del plan estratégico de ese sector de la oposición, según se desprende de una lectura objetiva de los hechos.
En el ámbito de lo estrictamente militar, claro, sin separar de su fundamental componente político, adquiere sentido la priorización que la célula paramilitar le dio a las acciones de terrorismo y de magnicidio, según es posible extraer como conclusiones de las investigaciones. La puesta en marcha del plan, que es la continuación del primero rediseñado pero sobre nuevas condiciones, parece mostrar, sin embargo, la fisonomía poderosa del grupo que lo impulsa hasta tal extremo que su brazo ejecutor –la célula de Rózsa-, tenía entre sus objetivos a los prefectos de Santa Cruz y Beni, Rubén Costas y Ernesto Suárez Sartori, respectivamente. “Más valdría un mártir muerto que un cojudo que no hace nada”, habría afirmado el cabecilla de la célula paramilitar según sostuvo el miembro de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), Juan Carlos Gueder.
Por lo demás, encaja perfectamente bien una carta enviada por el activista Mauricio Iturri, actualmente en Estados Unidos, al prefecto Rubén Costas, en la que le dice “¿Acaso cree que con la famosa Torre, poner a cuatro idiotas a trabajar y a diseñar supuestamente el destino de Santa Cruz, basta? (…) la cabeza de la Torre lo único que hace es gastar los más de cien mil dólares mensuales que el empresariado cruceño aporta a nuestra causa”. Entre los que aportan están el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE); la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco).
Los dos objetivos militares que iban a seguir al atentado efectuado contra la residencia del Cardenal Julio Terrazas, el 15 de abril, tenían sentido.
Como ocurrió con el prelado, el objetivo político era generar una masiva corriente de opinión pública contra el gobierno, al que con la participación, directa e indirecta del aparato mediático, se lo presentaría como el más interesado en la eliminación de los dos opositores.
El paso de la “Guerra de posiciones”, que normalmente se hace para preservar un territorio determinado, a una suerte de “guerra de movimientos”, pues no hay evidencia de que se hayan planteado ir directamente en conquista de nuevas posiciones, para luego defenderlas, se expresa en el plan de magnicidio que se pensaba concretar aprovechando una sesión de gabinete que el presidente Morales hizo el 27 de marzo en el lago Titicaca.
“En el video se ve a Rózsa Flores, a Magyarosi y Dwyer con otra persona. Hablan de cómo lanzar un explosivo y lograr un mayor efecto. También mencionan de una reunión que realizarían personeros de Gobierno en el lago Titicaca y dicen que hubieran mandado a alguien con traje de rana para hacer volar la embarcación”, informó al principio de su investigación el fiscal Marcelo Sosa.

¿Y la dirección política, qué?

Aunque todavía falta mucho por investigar y las piezas claves están en reserva, todo indica que la célula paramilitar fue organizada en un contexto en el cual la dirección política de la oposición real, la burguesía agroindustrial y latifundista, tenía la plena confianza de que había llegado el momento de concretar sus planes separatistas disfrazados bajo la bandera de la autonomía. “Demostrando fuerza, conseguiremos la independencia de Santa Cruz” afirmó Rózsa, según relató Tomás Seviesqui de la televisión húngara.
Las investigaciones de la Comisión Multipartidaria han encontrado elementos bastante fuertes que conducen al equipo local encargado de la logística de su llegada, estadía y movimiento, así como incluso de la partida de algunos de ellos en febrero de 2009.

Lo que no hay aún es la identificación, en carne y hueso, de los autores intelectuales de los planes separatistas y si éstos participaron incluso en el plan de magnicidio. El hecho de que se haya pensando atentar contra Costas y Suárez Sartori puede aportar las primeras señales del grado de descomposición de la oposición después del referéndum constitucional y abrir la hipótesis de que la eliminación física del Jefe de Estado –que no ha desarrollado la investigación parlamentaria- tuvo otro tipo de lógica y directrices No se tiene certeza de la relación con el ex presidente del Comité Cívico, Branko Marinkovic, pero fuentes confidenciales señalan que el empresario más grande de oleaginosas del país estuvo por Hungría y Croacia en agosto de 2008.
Pero a esas dudas, que se despejarán con el tiempo, les acompaña una certeza: el jefe militar, condecorado en Croacia por las victorias militares junto a una brigada internacional de más de 300 hombres, fue contactado por una persona en marzo o abril de 2007, según el mismo dice al periodista Andres Kepes.
Y entonces hay que concluir como la pregunta con la cual se empezó este artículo. ¿La victoria electoral de Evo Morales el 6 de diciembre estará seguida de una nueva estrategia desestabilizadora? Honduras y las bases militares en Colombia pueden ser un buen estímulo para los que pretenden recuperar el poder perdido.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=95874

El fenómeno Yoani Sánchez


Salim Lamrani
Rebelión

Revisado por Caty R.


Yoani María Sánchez Cordero es una habanera nacida en 1975, aparentemente graduada en Filología desde el año 2000, según anuncia en su blog. Subsiste una duda al respecto pues durante su estancia en Suiza dos años después, cuando se matriculó con las autoridades consulares, declaró un nivel “preuniversitario” como lo demuestran los archivos del consulado de la República de Cuba en Berna.15 Así, después de trabajar en el campo editorial y dar cursos de español a los turistas, decidió abandonar el país en compañía de su hijo. El 26 de agosto de 2002, después de casarse con un alemán llamado Karl G., emigró a Suiza con un “permiso de viaje al extranjero” válido para once meses, frente al “desencanto y la asfixia económica” que reinaba en Cuba.16

Curiosamente, descubrimos que después de huir de “una inmensa prisión con muros ideológicos17”, para retomar las palabras que usa para referirse a su país de nacimiento, decidió, dos años después, durante el verano 2004, dejar el paraíso suizo –una de las naciones más ricas del mundo– para regresar al “barco que hace aguas a punto del naufragio” como califica metafóricamente la Isla.18 Frente a esta nueva contradicción, Sánchez explica que eligió regresar al país donde reinan “los gritos del déspota”19, donde “Seres de las sombras, que como vampiros se alimentan de nuestra alegría humana, nos inoculan el temor a través del golpe, la amenaza, el chantaje20”, “por motivos familiares y contra la opinión de conocidos y amigos”.21

Cuando se lee el blog de Yoani Sánchez, donde la realidad cubana se describe de modo apocalíptico y trágico, uno tiene la impresión de que el purgatorio, en comparación, es un balneario, y que sólo el calor asfixiante de la antecámara del infierno da una idea de lo que viven cotidianamente los cubanos. No aparece ingún aspecto positivo de la sociedad cubana. Sólo se cuentan las aberraciones, injusticias, contradicciones dificultades. Por consiguiente, al lector le cuesta entender que una joven cubana haya decidido dejar la riquísima Suiza para regresar a vivir en lo ella asimila al infierno de Dante donde “los bolsillos se vaciaban, la frustración crecía y el miedo acampaba”.22 En su blog, los comentarios de sus partidarios extranjeros florecen al respecto: “No entiendo tu regreso ¿Porqué no le diste un mejor futuro a tu hijo?”, “Estimada amiga quisiera saber el motivo por el cual decidiste regresar a Cuba”.23

En cambio, algunos de sus compatriotas que viven en el exterior, decepcionados por el modo de vida occidental, también le expresan su deseo de regresar a vivir en Cuba: “Regresaré, “vivo en Miami [desde] hace 7 años […] y a veces también me cuestiono el hecho de si valió la pena el destierro físico”, “Me falta mi gente […].Alguna vez lo haré, volveré a casa con mi esposo alemán- otro loco que está de acuerdo en solicitar residencia allá”, “¿Por qué regresaste?…soledad, nostalgia, añoranza. [Luego, refiriéndose al mundo occidental] caras raras, gente triste y enfadada con el resto de la humanidad sin saber por qué, políticos igual de corruptos y muchos días grises. No hace falta que expliques nada. Hace 14 años no hay soles en mi mapa del tiempo”, “Reenvié [la información] a mi papá quien vive en las afueras de Cuba, quien tiene planes regresar”.24

Una de dos, o Yoani no está en sus cabales para decidir dejar la Perla de Europa y regresar a Cuba, o la vida en la Isla no es tan dramática como la descripción que ella presenta.

En una intervención en su blog en julio de 2007, Yoani relató detalladamente la anécdota de su regreso a Cuba. “Hace tres años […] en Zürich […], decidí regresar a quedarme en mi país”, anunció, subrayando que se trataba de “una simple historia del regreso de un emigrante a su terruño”. “Compramos billetes de ida y vuelta” para Cuba. Entonces Sánchez decidió quedarse en el país y no regresar a Suiza. “Mis amigos creyeron que les hacía un chiste, mi mamá se negó a aceptar que ya su hija no vivía en la Suiza de la leche y el chocolate”. El 12 de agosto de 2004, Sánchez se presentó en la oficina de inmigración provincial de La Habana para explicar su caso. “Tremenda sorpresa cuando me dijeron, pide el último en la cola de los ‘que regresan’ […].Así que encontré, de pronto, otros “locos” como yo, cada uno con su truculenta historia de retorno”.25

En efecto, el caso de Sánchez está lejos de ser un caso aislado, como lo ilustran esta anécdota y los comentarios dejados en su blog. Cada vez más cubanos que escogieron emigrar al extranjero, después de enfrentarse a numerosas dificultades de adaptación y descubrir que “El Dorado” occidental no brillaba tanto como habían imaginado y que los privilegios de los cuales gozaban en casa no existían en ninguna otra parte, deciden regresar a vivir en Cuba.

En cambio, Yoani Sánchez omite contar las verdaderas razones que la llevaron a regresar a Cuba, más allá de las “motivos familiares” que evocó (motivos que su madre no compartió aparentemente, vista su sorpresa). Las autoridades cubanas le concedieron un trato favorable por razones humanitarias, permitiéndole recuperar su estatus de residente permanente en Cuba, a pesar de que estuvo más de 11 meses fuera del país.

En realidad, la estancia en Suiza estuvo lejos de ser tan idílica como había previsto. Sánchez descubrió un modo de vida occidental completamente distinto al que estaba acostumbrada en Cuba, donde, a pesar de las dificultades y vicisitudes cotidianas, todos los ciudadanos disponen de una alimentación relativamente equilibrada a pesar de la libreta de abastecimiento y de las penurias, de acceso a la atención médica y a la educación, a la cultura y al ocio gratuito, de una vivienda y de un ambiente de seguridad (la criminalidad es muy baja en la Isla). Cuba es quizás el único país del mundo donde es posible vivir sin trabajar (lo que no siempre es algo positivo). En Suiza, Sánchez tuvo enormes dificultades para encontrar un trabajo y vivir decentemente y, desesperada, decidió regresar al país y explicar las razones de ello a las autoridades. Según éstas, Sánchez habría suplicado llorando a los servicios de inmigración que le concediesen una dispensa excepcional “para revocar su estatuto migratorio”, y se lo concedieron.26

Yoani Sánchez ha decidido ocultar esta realidad cuidadosamente.

Sigue:

- “La ciberdisidencia” 3/3

Notas

15 Correspondencia con su Excelencia Señor Isaac Roberto Torres Barrios, Embajador de la República de Cuba en Berna, 17 de noviembre de 2009.

16 Yoaní Sánchez, «Mi perfil», Generación Y.

17 France 24, «Ce pays est une immense prison avec des murs idéologiques», 22 de octubre de 2009.

18 Yoaní Sánchez, «Siete preguntas», Generación Y, 18 de noviembre de 2009.

19 Yoaní Sánchez, «Final de partida», Generación Y, 2 de noviembre de 2009.

20 Yoaní Sánchez, «Seres de la sombra», Generación Y, 12 de noviembre de 2009.

21 Yoaní Sánchez, «Mi perfil», Generación Y, op. cit.

22 Yoaní Sánchez, «La improbable entrevista de Gianni Miná», Generación Y, 9 de mayo de 2009.

23 Yoaní Sánchez, «Vine y me quedé», Generación Y, 14 de agosto de 2007.

24 Ibid.

25 Ibid.

26 Correspondencia con su Excelencia Señor Orlando Requeijo, Embajador de la República de Cuba en París, 18 de noviembre de 2009.

Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne -Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista francés, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Acaba de publicar Cuba: Ce que les médias ne vous diront jamais (Paris: Editions Estrella, 2009). Contacto: lamranisalim@yahoo.fr
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


http://www.rebelion.org/noticia.php?id=95894

Nos vigilan.

Cientos de miles de ojos pueden adivinar nuestros gustos, nuestras aficiones y hasta nuestras pasiones

Autor: Stephen Baker - Fuente: El País


Ahí fuera hay un 'Gran Hermano' que lo sabe todo sobre nosotros. Quizá George Orwell tuviera razón. Nos adentramos en un mundo vigilado y medido. Varios miles de ingenieros, matemáticos e informáticos rastrean y manejan la información que generamos a cada instante. Una llamada con el móvil, un pago con tarjeta de crédito, un 'click' en Internet... datos valiosísimos para un imperio de recopiladores que trabajan para empresas, Gobiernos y partidos políticos.

Cientos de miles de ojos pueden adivinar nuestros gustos, nuestras aficiones y hasta nuestras pasiones. No estamos tan solos como pensamos frente al ordenador. ¿Dónde se encuentra el límite de la privacidad? ¿Hasta qué punto es lícito tener acceso a determinada información? ¿Es posible que hoy alguien no sepa absolutamente nada sobre usted? Stephen Baker, autor del libro 'numerati', publicado en España por Seix Barral, narra en este texto exclusivo para 'El País Semanal' las entrañas de un universo opaco formado por misteriosos personajes que ponen en jaque a legisladores de ambos lados del Atlántico. Los llamados 'numerati' controlan hasta nuestros pasos. Y están dispuestos a escribir el guión de nuestras vidas.

El actor norteamericano Michael J Fox padece de Parkinson. Cuando los investigadores clínicos repasan ahora sus programas de televisión de los noventa, mucho antes de que se le diagnosticase la enfermedad, pueden detectar cambios sutiles en su voz y su forma de andar. El actor, sin quererlo, nos presenta el caso perfecto para poder estudiar su comportamiento, ya que ha pasado gran parte de su vida delante de las cámaras. Pero hoy en día no resulta tan distinto del resto de los mortales. Imprevisiblemente, nos adentramos todos en un mundo vigilado y medido.

Ingenieros, matemáticos e informáticos criban la información que producimos en casi todas las situaciones de la vidaEn Portland, la ciudad más poblada del Estado de Oregón, tenemos ya una muestra de lo que se nos puede venir encima. Allí, centenares de personas mayores han invitado a Intel Corp, el fabricante de semiconductores, a colocar sensores en sus hogares. Esta maquinaria realiza mapas de sus movimientos en sus casas y calcula la media de sus pasos. Registra el tono de sus voces y el tiempo que tardan en reconocer a un amigo o pariente al teléfono. Los sensores debajo de sus colchones no sólo toman nota del peso y de sus vueltas en la cama, también de sus paseos al baño. El cepillado de dientes, las visitas a la nevera a medianoche... Todo queda registrado, y todo viaja a través de Internet a los ordenadores de Intel.

Yahoo! captura una media mensual de 2.500 datos sobre sus 250 millones de usuariosCon este acopio de información, los científicos de Intel están desarrollando lo que ellos llaman los puntos de partida de comportamiento de cada hogar. Cualquier desviación de las normas es señal de que algo puede estar fallando. La investigación está en sus albores. Pero, con el tiempo, esperan programar los ordenadores para que sean capaces de reconocer los patrones de las enfermedades desde los primeros estadios de Parkinson o Alzheimer. Confían en que eventualmente se podrán reemplazar enfermeras bien retribuidas mediante artilugios de vigilancia cada vez más baratos -sin mermar la calidad de vida de los pacientes-.

Correos electrónicos. documentos digitales. dejamos pistas sobre nuestro desarrollo cognitivo y su decliveMientras se desarrolla ese escenario, una nueva casta de profesionales despunta. Éstos no son médicos ni enfermeras, pero sí especialistas en encontrar patrones significativos entre las cada vez mayores montañas de datos digitales. Les llamo los numerati. Son ingenieros, matemáticos, o informáticos, y están cribando toda la información que producimos en casi todas las situaciones de nuestras vidas. Los numerati estudian las páginas web que visitamos, los alimentos que compramos, nuestros desplazamientos con nuestros teléfonos móviles. Para ellos, nuestros registros digitales crean un enorme y complejo laboratorio del comportamiento humano. Tienen las claves para pronosticar los productos o servicios que podríamos comprar, los anuncios de la web en que haremos click, qué enfermedades nos amenazarán en el futuro y hasta si tendremos inclinaciones -basadas puramente en análisis estadísticos- a colocarnos una bomba bajo el abrigo y subir a un autobús. El publicista Dave Morgan es uno de ellos. Desde su empresa Tacoda, ubicada en Nueva York, ha contratado a estadísticos para rastrear nuestras correrías por la Red y predecir nuestros pasos. La misma tarde que conversé con él vendió su empresa por más de 200 millones de dólares.

No es fácil determinar el número total de numerati, pero a un alto nivel existen varios miles de personas que realizan estas tareas. Y están orgullosos de lo que hacen. Creen que sirve para curarnos, para encontrar amigos, para conocer amantes. Muchos de ellos trabajan en universidades y empresas privadas. Intercambian información en congresos y conferencias. Si bien no puede hablarse estrictamente de una especie de mafia matemática, una parte importante de ellos lleva a cabo estas actividades de manera coordinada. Estados Unidos es su tierra prometida. En Europa, en cambio, regulaciones más estrictas dificultan su tarea, sobre todo en países como Alemania y Francia.

Quiero dejar muy claro desde el principio que esta ciencia, basada en la estadística, determina solamente la probabilidad. No puede predecir con certeza el comportamiento de un individuo. Por eso, los numerati empiezan a proliferar en sectores en los que se pueden cometer errores de forma regular sin causarse (o causarnos) problemas. La publicidad y el marketing son sus campos de pruebas, y Google, una compañía que resuelve nuestras búsquedas con escalofriante aproximación en nanosegundos, es el primer emperador del reino.

Llevo meses dando conferencias sobre los numerati por Norteamérica y, cuando describo sus averiguaciones sobre lo que llevamos en nuestros carritos de compra o lo que tenemos en los botiquines de casa, observo que la gente empieza a menearse en sus asientos y a hablar en voz baja con los de al lado. Les preocupa el asalto a la privacidad y les alarma saber que Yahoo! captura una media mensual de 2.500 datos sobre cada uno de sus 250 millones de usuarios. Al final de las conferencias, alguien suele preguntar si podemos hacer algo para protegernos de los inquisitivos numerati.

Esta creciente preocupación está empujando a políticos y legisladores a ambos lados del Atlántico para poner freno a una forma de marketing por Internet conocida como targeting del comportamiento. Están implicadas compañías como Yahoo! y Google y cientos de pequeñas empresas de publicidad. Llegan a acuerdos con editores, incluyendo los principales periódicos y revistas, para colocar a cada visitante un código informático identificador conocido como una cookie (galleta). Esto les permite seguir muchos de nuestros movimientos por la web. La mayoría de estas compañías ni siquiera se molestan en conseguir nuestros nombres y direcciones (seguramente eso les daría problemas con las autoridades de protección de datos). Nuestros patrones de navegación les son suficientes. Un madrileño que lee un artículo sobre París y consulta los precios sobre un tinto de Burdeos tendrá más probabilidades que los demás usuarios, según decide un programa automatizado, de hacer click en un anuncio de Air France. Así que le colocan uno mientras navega por la Red.

Aquellos preocupados con la privacidad pueden borrar las cookies de forma periódica, o incluso dar instrucciones a su ordenador de que no las acepte. Al hacer esto, están optando a no ser tratados como una persona conocida, sino como un punto negro intercambiable. Eso es lo que millones de nosotros hemos sido durante décadas en centros comerciales y supermercados y en las aceras de las grandes ciudades: virtualmente indistinguibles de los demás. Muchos lo asociamos con la privacidad.

Sin embargo, no todo el mundo comparte la misma opinión. Ni de lejos. Sentados uno al lado del otro entre el público, algunos están tan preocupados con la privacidad, que juran "salirse de la pantalla". Pero hay muchos otros que publican los detalles más íntimos de sus vidas en Facebook, MySpace, Tuenti y en las ráfagas de 140 caracteres de Twitter. Mucha de esta gente no tiene inconveniente en contestar encuestas en sitios web de libros, cine o citas. Quieren sistemas automatizados que les conozcan mejor para poder recibir un servicio personalizado o ampliar sus conocimientos de obras de creadores que les son desconocidos.

Hay un foso divisorio entre aquellos que quieren que las máquinas estén informadas y sean inteligentes y los que prefieren que se queden en la oscuridad. Así que la línea divisoria sobre privacidad no es entre los numerati y el resto de la humanidad; existe (y se hace cada vez más ancha) entre las personas que tienen diferente opinión sobre ese tratamiento de la acumulación de datos personales. Como sociedades, no tenemos claro todavía qué papel deben tener las máquinas que cada vez más van a ayudar a gestionar nuestras vidas.

También hay algo evidente. Las cantidades de datos digitales que producimos continuarán creciendo exponencialmente. Y si está usted preocupado con la publicidad que estudia su conducta cuando navega por la Red, ya está viviendo un adelanto de lo que se nos viene encima. Veamos Sense Networks. Es una pequeña y joven compañía startup en Nueva York que estudia los senderos que vamos dibujando mientras nos movemos con nuestros teléfonos móviles. En los ordenadores de Sense, cada uno de los millones de personas que rastrean no es más que un puntito parpadeante en un mapa. Pero los científicos de Sense pueden estudiar esos puntos y sacar toda clase de información sobre esas personas. Si el punto se pasa muchas noches en el mismo barrio, Sense puede (cruzando datos del censo) calcular sus ingresos o el valor medio de su vivienda. Los puntos que pausan en paradas regulares camino del trabajo son usuarios de trenes de cercanías. Es fácil ver los que van de copas por la noche. Los que juegan al golf, los que van a la iglesia, los que duermen en distintos sitios, todos están fichados por los datos.

Esto es sólo el comienzo. Mientras el sistema de Sense sigue los movimientos de los puntos, empieza a reconocer patrones similares. Asigna a cada grupo o tribu su propio tono de color. No es posible siempre definir estas tribus, porque los patrones son seleccionados por el ordenador, no por personas. Pero ahora las tribus trascienden los tradicionales segmentos demográficos con los que se han guiado los profesionales del marketing durante décadas. En el esquema de Sense, dos gemelos idénticos podrían tener puntos de colores distintos. Después de todo, conductas similares pueden ser más determinantes que las mismas edades o el color de piel.

¿Por qué centrarse en todos estos puntos? Supongamos que un cervecero monta una promoción exitosa en los barrios madrileños de Moncloa y Argüelles. Mirando uno de los mapas de Sense, la compañía podría rápidamente ampliar la campaña a otros barrios que estén parpadeando con los mismos puntos. O podría anunciar la promoción en líneas de autobuses que llevan viajeros del mismo colorín. Los políticos, que empiezan a usar técnicas de análisis complejos de datos para llegar a los votantes potenciales, podrían estudiar los sombreados de los puntos en sus mítines. Luego podrían buscar grupúsculos de esas mismas tribus en otro pueblo o ciudad. Un partido centrista podría encontrar que personas en barrios que habían descartado como socialistas o nacionalistas podrían mostrarse receptivas a su mensaje.

El estudio de los movimientos de las personas a través de sus teléfonos móviles es sólo el principio. Con terminales cada vez más sofisticados, entregamos más y más información sobre nuestro comportamiento a los numerati. A través de nuestras búsquedas en el móvil, los anunciantes, por ejemplo, pueden empezar a estudiar cuándo y dónde nos entran el estimulo para ir de compras o las ganas de cenar en un buen restaurante. Nokia contempla analizar a la gente a través de los sitios desde los que envían fotos. ¿Qué puede inferir una compañía sobre los que hacen fotos del palacio de Buckingham o del puente de Londres? No lo sabrán hasta que no estrujen los datos.

Al mismo tiempo que muchos se rebotan por la noción de ser seguidos a través de un punto coloreado, a otros les gusta. En febrero, Google lanzó su programa Latitude en 27 países. La aplicación permite que la gente con terminales de gama alta comparta datos de localización con sus amigos -y con Google-. En pocos meses, más de 25 millones de personas se han bajado la aplicación móvil de Facebook. Ésta permite que la compañía de redes sociales, que ya almacena un inmenso tesoro de información personal, estudie los movimientos y patrones de comportamiento de una comunidad grande y creciente.

Mientras la economía global flaquea, las posibilidades de los numerati aumentan. Sus esfuerzos para ser capaces de refinar las búsquedas de los consumidores potenciales conllevan la promesa de eficiencia y menores costes. En ningún sitio es esto más evidente que en el lugar de trabajo, donde las empresas pueden escudriñar los patrones de tecleos y de búsquedas en la web. En San Francisco, Cataphora ha desarrollado un método para evaluar a los trabajadores basándose en sus correos electrónicos. Aquellos cuyas frases son reenviadas más a menudo a los demás son valorados como "generadores de ideas". Y aquellos que transmiten estas perlas reciben buena nota como "trabajadores sociables". En un diagrama que Cataphora preparó para una compañía de Internet, cada trabajador es representado por un disco de color. Los discos grandes y de colores oscuros son considerados activos y eficaces. ¿Y los pequeños y claritos? Puede que sean los primeros que se tengan en cuenta para un ERE.

El sistema de Cataphora es primitivo, y los directivos que se guíen a ciegas por él sin duda merecen sus propios pequeños discos claros. Al fin y al cabo, los mensajes más reenviados podrían ser chistes verdes o chascarrillos de la oficina. Estoy convencido de que la cuantificación del trabajador en su puesto está a la vuelta de la esquina. Los gerentes cada vez tendrán más en cuenta sus conclusiones. Y las técnicas se harán cada vez más sofisticadas.

Los investigadores del Massachusetts Institute of Technology e IBM, un referente en análisis del lugar de trabajo, estudiaron recientemente las redes sociales de varios miles de consultores de tecnología de IBM. Se dieron cuenta de que los trabajadores que mantenían mucha actividad de correo electrónico con uno solo de sus superiores traían alrededor de 1.000 dólares más de ingresos al mes que la media; aquellos con una actividad menor, pero mantenida con más de un superior, tenían peores resultados, 88 dólares menos al mes de media. Estas conclusiones no sorprenden. Pero mientras nosotros los trabajadores producimos más datos, las máquinas van a desarrollar unos análisis cada vez más precisos.

No es que los numerati no tengan que asumir grandes retos. Gran parte de los estudios sobre los empleados de IBM están basados en los mismos algoritmos que la compañía usa para mejorar las cadenas de suministro de componentes para sus clientes industriales. Pero los humanos somos distintos de las piezas de maquinaria en cosas importantes. Aprendemos, cambiamos y conspiramos cuando están en riesgo nuestros intereses. Y somos expertos en manipular los mismos sistemas diseñados para vigilarnos y controlarnos.

Para enfrentarse a esta complejidad, los numerati en IBM trabajan con equipos de antropólogos, psicólogos y lingüistas. Su objetivo es colocar a cada trabajador en la función correcta en el momento justo, con sólo el mínimo entrenamiento necesario y rodeado de colegas que lo apoyen para ser tan productivo como sea humanamente posible. Aunque suena un poco tétrico, tiene su lado positivo. Los estudios no dejan lugar a dudas de que los trabajadores de la información más felices son más productivos y se les ocurren mejores ideas. Así que algunas de las premisas para mejorar la satisfacción en el empleo tendrán que encontrar sitio en estos algoritmos de productividad.

Mientras estudiaba los distintos laboratorios de los numerati, llegué a la conclusión de que en algunas áreas, su metodología nos viene impuesta. En la oficina, claramente, muchos de nosotros vamos a ser humildes siervos de los datos. Pero en otros apartados, como citas online, mantendremos el control. Podemos decidir si queremos mandarles nuestros datos (e incluso calibrar cómo de ciertos queremos que sean).

Para un experimento, mi esposa y yo nos apuntamos a un servicio de citas online llamado Chemistry.com. Queríamos ver si podríamos dar el uno con el otro a través de los algoritmos supuestamente avanzados de la compañía. Contestamos a docenas de preguntas íntimas e intrusivas porque teníamos interés en que la máquina tuviese información veraz nuestra y que nos conociese mejor. Al final, la ruta para encontrarnos nos hizo vivir algunas aventuras incómodas (y admito que no me gustaron nada algunos pretendientes que las matemáticas seleccionaron para mi mujer). No obstante, durante todo el proceso, dimos detalles para nuestros propios fines. Nosotros éramos los dueños de los datos.

Pero me gustaría añadir otra nota inquietante sobre aquellos hogares vigilados de Portland. Casi todo lo que hacemos -si se estudia con minuciosidad- da pistas sobre lo que ocurre en nuestras mentes. Me lo cuentan muchos investigadores. Cuando analizan los cambios en la rutina de las pisadas sobre el suelo de la cocina o el grado de seguimiento de un tratamiento médico añaden: "Esto también nos da una buena lectura cognitiva". Es una especie de dos por uno. Analiza cualquier conducta y obtienes lo que pasa en el cerebro de propina.

Y a mí, hay algo que me da verdadero miedo: se pueden sacar las mismas conclusiones analizando las palabras que escribimos.

La novelista británica Iris Murdoch padeció Alzheimer hasta su muerte en 1999. Años después, los investigadores vieron que el vocabulario de sus escritos empezó a perder su riqueza y complejidad más de una década antes de que se le diagnosticase la enfermedad. Supongo que ya pueden ir comparando estas palabras que están leyendo ahora mismo con mis escritos de los ochenta y noventa y, quizá, llegar a conclusiones parecidas sobre mí. Semana tras semana, todos nosotros agregamos correos electrónicos y otros documentos a nuestros archivos digitales; estamos dejando pistas para que se pueda investigar nuestro desarrollo cognitivo. O su declive.

Tal vez algunos quieran estar informados (tengo claro que yo, desde luego, no). Pero pongamos que le llega una oferta en el correo. ¿Permitiría que le colocasen monitores en casa por, digamos, una reducción de 100 euros al mes en el seguro de salud o en sus impuestos? ¿Y si fueran 500? Con mayor frecuencia vamos a tener que enfrentarnos a estas preguntas. Apuesto a que inicialmente muchos aceptaremos un ojo electrónico para "supervisar" a aquellos de los que nos sentimos responsables. Sí, un sensor para que nos diga cuándo la abuela de 90 años se pasa el día en la cama puede tener sentido... Y las cajas negras que las aseguradoras están probando para medir patrones de tráfico y bloquear el encendido si detectan alcohol o drogas podrán hacer que un conductor novel de 18 años siga vivo (o cuando menos, bajar el coste del seguro).

Por tanto, si la vigilancia tiene sentido para jóvenes y mayores, no pasará mucho tiempo hasta que nos encontremos rodeados de sensores. Nos espiaremos a nosotros mismos y mandaremos informes digitales. De hecho, el proceso ya está bastante avanzado. Mire todas esas cámaras de seguridad que llevan años en nuestras calles y edificios. Para los numerati, ya estamos entregando las películas de nuestras mundanas vidas en sus laboratorios, cada día con mayor detalle.

Traducción de Antonio Sanz Domingo. 'Numerati', el libro de Stephen Baker, está publicado en España por Seix Barral.

http://www.webislam.com/?idt=14528

Barack Obama, las Torres Gemelas y Honduras

Roberto Quesada
Rebelión


“El terrorismo nace del odio, se basa en el desprecio de la vida del hombre y es un auténtico crimen contra la humanidad” (Juan Pablo II)

Ya se le olvidó a Barack Obama que cuando el 11 de septiembre de 2001 las Torres Gemelas (World Trader Center) fueron derribadas por un acto terrorista, el mundo entero nos solidarizamos con Estados Unidos (no nos importó si nos simpatizaba o no quien gobernaba en ese momento), y de inmediato condenamos, y aún hoy condenamos, semejante acto de barbarie. En lo personal escribí en medios europeos y latinoamericanos repudiando ese acto antihumano.

Desde el 28 de junio del 2009, el pueblo hondureño ha sido víctima de un acto terrorista prolongado, el golpe de Estado-militar que derrumbó su torre democrática. El mundo entero ha condenado ese acto, incluido Estados Unidos, pero con ambigüedad.

Un acto de terror, como los citados, no se puede cubrir con malabares políticos o económicos. ¿O es que Estados Unidos aceptaría y engavetaría en el olvido la voladura de las Torres Gemelas por un pago a daños materiales, o aceptaría que el mundo entero votara en las Naciones Unidas y con la evidencia del mal que Estados Unidos ha hecho en otras épocas al mundo justificáramos la masacre del World Trader Center? Por supuesto que es absurdo, así como es de absurdo que Estados Unidos haya anunciado que reconocerá las elecciones en Honduras, que se están realizando bajo Estado de terror. Y esto más, ya se anuncia que Washington está cabildeando para que otros países también las reconozcan.

Después de lo ocurrido con las Torres Gemelas, Estados Unidos se ha convertido en el abanderado de la lucha mundial antiterrorista, entonces, ¿cómo es posible que el flamante Premio Nobel de la Paz, Barack Obama, contradiciendo esa política, reconozca unas elecciones efectuadas por los mismos que mantienen a Honduras en el terror desde hace cinco meses? Es tan terrorista el que perpetra el acto como el que lo respalda. En el caso de las Torres Gemelas, ¿podría exonerarse del acto a bin Laden porque en ese momento no estaba en Estados Unidos si no en una montaña, quién sabe dónde?

América Latina está en la obligación de presentar moción para que en los organismos internacionales, regionales y donde sea, los golpes de Estado se tipifiquen como actos terroristas, pues no son más que eso. No importa la ideología del gobernante, como es el caso de Álvaro Uribe de Colombia, que ya se está postulando para una nueva reelección (no sé cuántas van ya), no obstante, igualmente sería condenable que se le asestara un golpe de Estado-militar, interno, externo, o combinado como ha sido el caso de Honduras.

Quizá Roberto Micheletti sólo recibe órdenes de Estados Unidos (aseguran que de Vásquez Velásquez también) y las cumple. También puede ser que Micheletti dicte al pueblo hondureño lo que le dicta Estados Unidos, ¿será esa la función primordial de un dictador? Esto se deduce de la más reciente declaración en radio y televisión que hiciera el gobernante de facto de Honduras, Roberto Micheletti, en la que anunció que en plena celebración de elecciones fraudulentas tomaba vacaciones de ocho días para ir a reflexionar (¿riflexionar?)

Más tardó Micheletti en balbucear esa “retirada” que Estados Unidos en felicitarlo por tan acertada decisión: “Celebramos que vaya a tomar un permiso de ausencia y esperamos su pronta implementación. Esto dará algo de respiro para que el proceso en Honduras avance”, apuntó el vocero del Departamento de Estado, Robert Wood.

No sabemos si es cinismo extremo de Estados Unidos o la prepotencia imperial hace subestimar a todos los demás y creen a ciencia cierta que el pueblo hondureño es una bola de idiotas sin la capacidad mínima de pensamiento, sin ninguna dignidad y sin ninguna aspiración más en la vida que agachar la cabeza para que el que quiera le ponga la bota en la nuca.

Es cuestión de sentido común, de lógica elemental, al anunciar Roberto Micheletti que se retira el 25 de noviembre, pues automáticamente quien asume el mando de la presidencia de facto es el general Romeo Vásquez Velásquez, pues ambos son los cabecillas del golpe de Estado-militar. Ante la ausencia del ejecutor del golpe de Estado (Micheletti), lo releva de inmediato el ejecutor del Golpe militar (Romeo Vásquez Velásquez). Por eso se insiste, solo separados por un guión, en llamársele golpe de Estado-militar.

Así que las elecciones dentro del gobierno de facto, se llevarán a cabo directamente bajo el mando de la bota militar (con o sin Micheletti), al asumir Romeo Vásquez Velásquez la presidencia de la República, puesto que Micheletti representa todo lo civil de facto: Poder Ejecutivo, Corte Suprema y Congreso Nacional. Ante la ausencia de Micheletti, quien gobierna directamente es el general Romeo Vásquez Velásquez. Es en este ambiente en que se darán las elecciones, que de cualquier manera son ilegales.

Con la idea del “retiro” de Micheletti, como continuidad del fraude, es convocar al Congreso nacional para que vote por la no restitución del presidente Zelaya y allí mismo relevarlo por un tercero, quizá por el tristemente célebre presidente de facto del Congreso, para que realice el traspaso de mando el 27 de enero del 2010. ¡Qué genios!

Supongamos que a raíz de las reformas en salud, educación, inmigración, etc., a Barack Obama el pentágono lo saca a las cinco de la mañana: pistola en la sien, rodeado de ametralladoras y tanques fuera de su casa. Lo expulsan. En las protestas mueren unos cuantos estadounidenses. Los ejecutores del hecho terrorista convocan a nuevas elecciones, y todos felices y en paz y de Obama nadie más se acuerda. Esto no podría suceder ni en la peor película de Hollywood.

Basta con recordar la paliza que en 1992 la policía de Los Ángeles propinó al afroamericano Rodney King, que fue grabada y posteriormente cuando un jurado compuesto casi completamente por blancos absolvió a los cuatro agentes de policía, esto desembocó en lo que se conoce como el disturbio de Los Ángeles, en donde ardieron cientos de edificios, hubo heridos, saqueos y alarma nacional. ¿Podrían imaginarse si esto sucedió por un ciudadano común que pasaría por el presidente de Estados Unidos?

No quisiera comentar sobre el fraude electoral en Honduras porque es un insulto a la inteligencia hablar de elecciones dentro la caótica situación política hondureña, el fraude es todo lo que se haga mientras no se regrese a la constitucionalidad. Por ejemplo, ya se dice en medios golpistas de que de los hondureños residentes en Estados Unidos se obtendrá un millón de votos, si no fuera por lo grave de la situación se tomaría como un chiste que arrancaría las carcajadas de cualquiera, en comicios pasados efectuados en Estados Unidos, éstas fueron las cifras (El Heraldo, Honduras, 26.08.09): Las ciudades con mayor afluencia de electores fueron Miami, con 1.170; Los Ángeles, 678; New York, 676; Houston, 519; Nueva Orleans 99 y Washington 399). Así que el hecho de estimar desde ya un millón es parte del colosal fraude.

La salida es no reconocer esas elecciones, revertir el golpe de Estado-militar y convocar unas nuevas elecciones con transparencia, en donde la participación hondureña esté en igualdad de condiciones y no como ahora, que se votará con tinta sangre y con la bota militar. El embajador de Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens, lo sabe muy bien. Y sabe también que el Canal 36, Cholusat Sur, lleva ya tres días censurado y otros medios están bajo amenaza.

A cinco meses del golpe de Estado-militar, el pasado 19 de noviembre, el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, afirmó en su rueda de prensa diaria que para EE.UU. "ha sido y sigue siendo una preocupación que haya habido una serie de violaciones de los derechos humanos desde el golpe y hemos instado constantemente al régimen a respetar los derechos de los ciudadanos hondureños.”

¡Vaya descubrimiento! Cantidad de representantes de los Derechos Humanos, tanto hondureños como de otras nacionalidades, entre ellos la CIDH, han viajado a Washington con pruebas fehacientes de los horrores con que intentan someter al pueblo hondureño, y continúan haciéndolo, desde el golpe de Estado-militar. Igualmente lo atestigua la congresista demócrata de Estado Unidos, Janice Schakowsky, quien dijo el día 12 que constató una marcada violación de los derechos humanos en Honduras tras el golpe de Estado perpetrado el pasado 28 de junio. Si Washington realmente impulsara la democracia en Honduras, debería mencionar las cosas por su nombre: casi una treintena de muertes confirmadas; violación de los derechos humanos a más de cuatro mil hondureños (datos de hace dos meses); mujeres violadas por la policía; sicariato; asalto a casas para propinar palizas y asesinar a dirigentes populares e intimidación; compra reciente de armas represivas; terrorismo mediático, y aún así Estados Unidos manda mensajes a los golpistas terroristas de que reconocerá los resultados de las elecciones efectuadas en condiciones tan deplorables.

Esto sólo nos lleva a pensar: la Administración Obama es cómplice o, efectivamente, unos pocos republicanos son los que verdaderamente gobiernan en Estados Unidos.

Así que alerta América Latina, lo dicho por Obama en Trinidad y Tobago, de una nueva etapa de relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica, pueden ser sólo palabras que se perdieron en las brisas marinas de las islas caribeñas.

Roberto Quesada, a quien el prestigioso escritor norteamericano Kurt Vonnegut calificó de «claro, vivaz y muy talentoso escritor», nació en Honduras, en 1962. Es autor, entre otros, de Big Banana (1999), su tercera novela, también ha tenido una magnífica acogida en Estados Unidos, igual que su edición en español (Seix Barral, 2000). Su obra ha recibido comentarios favorables de importantes publicaciones literarias, entre otras The New York Times Book Review y Babelia (El País, España). Otros títulos: El desertor, Los barcos, Nunca entres por Miami, La novela del milenio pasado, El humano y la diosa.

Fuente: www.hondurasusaresistencia.com

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=95744

Estados Unidos, Imperio de la barbarie

El secreto de Guantánamo

Detenido a la salida de una sesión de "acondicionamiento" en Guantánamo.

Usted cree quizás que está informado sobre lo sucedido en Guantánamo y le sorprende que el presidente Obama no logre cerrar ese centro de tortura. Pues se equivoca. Usted no conoce la verdadera finalidad de ese dispositivo y lo que lo hace indispensable para la actual administración.

¡Cuidado! Si lo que usted quiere es seguir pensando que existen valores comunes entre nosotros y Estados Unidos y que debemos seguir siendo aliados de Washington, absténgase de leer este artículo.

Todos recordamos las fotos de torturas que circularon por Internet. Se presentaban como trofeos de guerra que habían recogido unos cuantos soldados estadounidenses. Pero, al no poder verificar su autenticidad, los grandes medios de difusión no se atrevían a reproducirlas. En 2004, la cadena CBS les dedicó un reportaje. Comenzó así un gran movimiento de denuncia de los malos tratos infligidos a los iraquíes.

La cárcel de Abu Ghraib demostraba que la supuesta guerra contra la dictadura de Sadam Husein era en realidad una guerra de ocupación como cualquier otra, con la misma secuela de crímenes. Washington aseguró, como era de esperar, que se trataba de excesos cometidos a espaldas de los mandos por unos cuantos individuos no representativos, calificados como «manzanas podridas». Algunos soldados fueron arrestados y juzgados para que sirvieran de ejemplo. Y se cerró el caso hasta las siguientes revelaciones.

Simultáneamente, la CIA y el Pentágono iban preparando a la opinión pública, tanto en Estados Unidos como en los países aliados, para un cambio de valores morales. La CIA había nombrado un agente de enlace con Hollywood, el coronel Chase Brandon (un primo de Tommy Lee Jones), y contratado a célebres escritores (como Tom Clancy) y guionistas para escribir nuevos guiones para películas y series de televisión. Objetivo: estigmatizar la cultura musulmana y banalizar la tortura como parte de la lucha contra el terrorismo. Como ejemplo de ello, las aventuras del agente Jack Bauer, en la serie 24h, han sido abundantemente subvencionadas por la CIA para que cada temporada llevara un poco más lejos los límites de lo aceptable.

En los primeros episodios, el héroe intimida a los sospechosos para sacarles información. En los episodios siguientes, todos los personajes sospechan unos de otros, y se torturan entre sí, con más o menos escrúpulos y cada vez más seguros de que están cumpliendo con su deber. En la imaginación colectiva, siglos de humanismo fueron así barridos y se impuso una nueva barbarie. Esto permitía al cronista del Washington Post, Charles Krauthammer (que además es siquiatra) presentar el uso de la tortura como «un imperativo moral» (sic) en estos difíciles tiempos de guerra contra el terrorismo.

La investigación del senador suizo Dick Marty confirmó al Consejo de Europa que la CIA había secuestrado a miles de personas a través del mundo, entre ellas varias decenas –posiblemente cientos– habían sido secuestradas en territorio de la Unión Europea. Vino después la avalancha de testimonios sobre los crímenes perpetrados en las cárceles de Guantánamo (en la región del Caribe) y de Baghram (Afganistán). Perfectamente acondicionada, la opinión pública de los Estados miembros de la OTAN aceptó la explicación que se le dio y que tan bien cuadraba con las novelescas intrigas que la televisión le venía sirviendo: para poder salvar vidas inocentes Washington estaba recurriendo a métodos clandestinos, secuestrando sospechosos y haciéndolos hablar mediante métodos que la moral pudiera rechazar pero que la eficacia había hecho necesarios.

Fue a partir de esa narración simplista que el candidato Barack Obama se levantó contra la saliente administración Bush. Convirtió la prohibición de la tortura y el cierre de las prisiones secretas en medidas claves de su mandato. Después de su elección, durante el periodo de transición, se rodeó de juristas de muy alto nivel a los que encargó la elaboración de una estrategia para cerrar el siniestro episodio. Ya instalado en la Casa Blanca, dedicó sus primeros decretos presidenciales al cumplimiento de sus compromisos en la materia. Aquella prontitud conquistó a la opinión pública internacional, suscitó una inmensa simpatía hacia el nuevo presidente y mejoró la imagen de Estados Unidos ante el mundo.

El único problema es que, al cabo de un año de la elección de Barack Obama, se han resuelto unos cientos de casos individuales pero en el fondo nada ha cambiado. El centro de detención creado por Estados Unidos en su base militar de Guantánamo sigue ahí y no hay esperanzas de cierre inminente. Las asociaciones de defensa de derechos humanos señalan además que los actos de violencia contra los detenidos han empeorado.

Al ser interrogado sobre el tema, el vicepresidente estadounidense Joe Biden declaró que mientras más avanzaba en el expediente de Guantánamo, más cosas que hasta entonces ignoraba iba descubriendo. Y después advirtió a la prensa, enigmáticamente, que no se podía abrir la caja de Pandora.

Por su parte, el consejero jurídico de la Casa Blanca, Greg Craig, quiso presentar su renuncia, no porque considere que haya fallado en su misión de cerrar el centro, sino porque estima en este momento que se le ha dado una misión imposible.

¿Por qué el presidente de los Estados Unidos no logra que lo obedezcan en su propio país? Si ya todo está dicho sobre los abusos de la era Bush, ¿por qué se habla ahora de una caja de Pandora y qué es lo qué es lo que causa tanto temor?

El problema es que el sistema es en realidad mucho más extenso. No se trata solamente de unos cuantos secuestros y una prisión. Y lo más importante es que su finalidad es radicalmente diferente de lo que la CIA y el Pentágono le han hecho creer al público. Antes de emprender este descenso al infierno, es conveniente aclarar algo.



El secretario de Defensa Donald Rumsfeld participó en las reuniones del Grupo de los Seis, que se encargó de escoger las formas de tortura que debían aplicar los militares estadounidenses. Aquí vemos a Rumsfeld durante visita a la cárcel de Abu Ghraib (Irak).

Contrainsurgencia

Lo que hizo el ejército estadounidense en Abu Ghraib no tenía nada que ver, por lo menos al principio, con los experimentos que está realizando la US Navy [la Marina de Guerra de los Estados Unidos] en Guantánamo y en sus otras prisiones secretas. Se trataba entonces simplemente de lo que hacen todos los ejércitos del mundo cuando se transforman en policía y se enfrentan a una población hostil. Tratar de dominarla a través del terror. En este caso, las fuerzas de la coalición reprodujeron [en Irak] los crímenes que los franceses cometieron durante la llamada batalla de Argel contra los argelinos, a los que además los franceses seguían llamando «compatriotas». El Pentágono recurrió al general francés retirado Paul Aussaresses, especialista en «contrainsurgencia», para que se reuniera con los oficiales superiores.

Durante su larga carrera, Aussaresses acompañó a los Estados Unidos dondequiera que Washington emprendió «conflictos de baja intensidad», principalmente en el sudeste asiático y en Latinoamérica.

Al término de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos instala dos centros de entrenamiento en esas técnicas, la Political Warfare Cadres Academy (en Taiwán) y la School of Americas [conocida en español como Escuela de las Américas] (en Panamá). En ambas instalaciones se impartían cursos sobre la tortura destinados a los encargados de la represión en el seno de las dictaduras asiáticas y latinoamericanas.

Durante los años 1960 y 70, la coordinación de ese dispositivo se desarrollaba a través de la World Anti-Communist League, de la que eran miembros los jefes de Estado interesados. Aquella política alcanzó considerable extensión durante las operaciones Phoenix en Vietnam (“neutralización” de 80,000 individuos sospechosos de ser miembros del vietcong) y Cóndor en América Latina (“neutralización” de opositores políticos a escala continental). El esquema de articulación entre las operaciones de limpieza en las zonas insurgentes y los escuadrones de la muerte se aplicó exactamente de la misma manera en Irak, sobre todo durante la operación Iron Hammer.

La única novedad en el caso de Irak es la distribución entre los soldados estadounidenses de un clásico de la literatura colonial, The Arab Mind, del antropólogo Raphael Patai, con un prefacio del coronel Norvell B. De Atkine, jefe de la John F. Kennedy Special Warfare School, nueva denominación de la siniestra Escuela de las Américas desde que ésta se mudó a Fort Bragg (en Carolina del Norte). Este libro, que presenta en tono doctoral toda una serie de estúpidos prejuicios sobre los «árabes» en general, contiene un célebre capítulo sobre los tabúes sexuales, utilizados en la concepción de las torturadas aplicadas en Abou Ghraib.

Las torturas perpetradas en Irak no son simples casos aislados, como afirmó la administración Bush, sino que se integran en toda una estrategia de contrainsurgencia. La única forma de ponerles fin no es la condena moral sino la solución de la situación política. Pero Barack Obama sigue dilatando el retiro de las fuerzas extranjeras que ocupan Irak.


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Los experimentos del profesor Biderman
Exitoso autor, inventor de la psicología positiva, profesor de la universidad de Pensilvania y ex presidente de la American Psychological Association, Martin Seligman supervisó las torturas experimentales aplicadas a los prisioneros en Guantánamo

Fue con una perspectiva muy diferente que el profesor Albert D. Biderman, siquiatra de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, estudió para la Rand Corporation el acondicionamiento de los prisioneros de guerra estadounidenses en Corea del Norte.

Mucho antes de Mao y del comunismo, los chinos habían perfeccionado refinados métodos destinados a quebrar la voluntad de un detenido e inculcarle el deseo de hacer confesiones. Su uso durante la guerra de Corea dio ciertos resultados. Prisioneros de guerra estadounidenses confesaban con toda convicción ante la prensa crímenes que quizás no habían cometido. Biderman presentó sus primeras observaciones durante una audiencia en el Senado, el 19 de junio de 1956, y más tarde, al año siguiente, ante la Academia de Medicina de Nueva York (Ver documentos disponibles en línea a través del vínculo que aparece al final de este artículo). Biderman definió 5 estados a través de los cuales transitan los «sujetos».

- 1. Al principio el prisionero se niega a cooperar y se encierra en el silencio.

- 2. Mediante una mezcla de brutalidades y gentileza, es posible hacerlo pasar a un segundo estado en que se le induce a defenderse de las acusaciones que se le hacen.

- 3. Posteriormente el prisionero empieza a cooperar. Sigue proclamando su inocencia pero trata de complacer a sus interrogadores reconociendo que quizás ha cometido alguna falta sin querer, por accidente o por descuido.

- 4. Cuando transita por la cuarta fase, el prisionero está ya completamente desvalorizado a sus propios ojos. Sigue negando las acusaciones de que es objeto, pero confiesa su naturaleza criminal.

- 5. Al final del proceso el prisionero admite ser el autor de los hechos que se le imputan. Incluso inventa detalles complementarios para acusarse a sí mismo y reclama que se le castigue.

Biderman examina también todas las técnicas utilizadas por los torturadores chinos para manipular a los prisioneros: aislamiento, monopolización de la percepción sensorial, cansancio, amenazas, gratificaciones, demostraciones del poder de los carceleros, degradación de las condiciones de vida, formas de sometimiento. La violencia física tiene un carácter secundario, la violencia sicológica se hace total y tiene carácter permanente.

Los trabajos de Biderman sobre el «lavado de cerebro» adquirieron una dimensión mítica. Los militares estadounidenses empezaron a temer que el enemigo pudiera utilizar contra Estados Unidos a los propios soldados estadounidenses ya acondicionados para decir cualquier cosa y quizás para hacer también cualquier cosa. Concibieron entonces un programa de entrenamiento destinado a los pilotos de caza estadounidenses para lograr que éstos se volvieran refractarios a aquella forma de tortura y evitar que el enemigo pudiera “lavarles el cerebro” si caían prisioneros.

Dicha forma de entrenamiento se denomina SERE, siglas que corresponden a Supervivencia, Evasión, Resistencia, Escape (Survival, Evasion, Resistance, Escape). En sus inicios, este curso se impartía en la Escuela de las Américas, pero hoy se ha extendido a otras categorías del personal militar y se imparte en varias bases. Este tipo de entrenamiento se ha implantado además en cada uno de los ejércitos que forman parte de la OTAN.

La decisión de la administración Bush, después de la invasión de Afganistán, fue utilizar esas técnicas para lograr inducir a los prisioneros a hacer confesiones que demostrarían, a posteriori, la implicación de Afganistán en los ataques del 11 de septiembre, validando así la versión oficial sobre los atentados.

Se procedió a construir nuevas instalaciones en la base naval estadounidense de Guantánamo y comenzó allí la realización de experimentos. La teoría del Albert Biderman se completó con los aportes de un psicólogo civil, el profesor Martin Seligman, conocida personalidad que fue presidente de la American Psychological Association.

Seligman demostró que la teoría de Ivan Pavlov sobre los reflejos condicionados tenía un límite. Se pone un perro en una jaula cuyo suelo está divido en dos partes. De forma aleatoria, se envían descargas eléctricas a uno u otro lado del suelo. El animal salta de un lado a otro para protegerse. Hasta ahí no hay nada sorprendente. Posteriormente, se electrifican los dos lados de la jaula.

El animal se da cuenta de que nada puede hacer para escapar de las descargas eléctricas y que sus esfuerzos son inútiles. Y acaba entonces por rendirse. Se acuesta en el suelo y cae en un estado de indiferencia que le permite soportar pasivamente el sufrimiento. Se abre entonces la jaula y… ¡sorpresa! El animal no huye. En el estado psíquico en que se encuentra ya ni siquiera es capaz de hacer oposición. Permanece acostado en el suelo electrificado, soportando el sufrimiento.

La Marina de Guerra estadounidense formó un equipo médico de choque. Esta envió al profesor Seligman a Guantánamo. Conocido por sus trabajos sobre la depresión nerviosa, Seligman es una vedette. Sus libros sobre el optimismo y la confianza en sí mismo son best-sellers mundiales. Y fue él quien supervisó experimentos realizados con personas como conejillos de indias. Algunos prisioneros, al ser sometidos a terribles torturas, acaban sumiéndose espontáneamente en el estado psíquico que les permite soportar el dolor, y que los priva también de toda capacidad de resistencia. Al manipularlos de esa forma, se les lleva rápidamente a la fase 3 del proceso de Biderman.

Basándose también en los trabajos de Biderman, los torturados estadounidenses, bajo la guía del profesor Martin Seligman, realizaron experimentos con cada una de las técnicas coercitivas y las perfeccionaron. Para ello se elaboró un protocolo científico que se basa en la medición de las fluctuaciones hormonales. Se instaló un laboratorio médico en la base de Guantánamo y se recogen muestras de saliva y de sangre de los “conejillos de indias” a intervalos regulares para evaluar sus reacciones. Los torturadoras han ido refinando sus métodos. Por ejemplo, en el programa SERE se monopolizaba la percepción sensorial impidiendo, mediante una música estresante, que el prisionero pudiese dormir.

En Guantánamo se han obtenido resultados muy superiores con los gritos de bebés reproducidos durante días enteros. Antes, el poderío de los carceleros se demostraba mediante golpizas a los prisioneros. En la base naval estadounidense de Guantánamo se creó la Immediate Reaction Force. Se trata de un grupo encargado de castigar a los prisioneros. Cuando esta unidad entra en acción sus miembros portan corazas de protección al estilo de Robocop. Sacan al prisionero de su jaula y lo meten en una pieza de paredes acolchadas y recubiertas de madera enchapada.

Proyectan al “conejillo de indias” contra las paredes, como para romperle los huesos, pero el tapizado amortigua parcialmente los golpes de forma que el prisionero queda atontado sin que se produzcan fracturas.

Pero el principal “adelanto” se ha logrado con el suplicio de la bañera [6]. Antiguamente, la Santa Inquisición sumergía la cabeza del prisionero en un tina llena de agua y lo sacaba justo antes de que muriera ahogado. La sensación de muerte inminente provoca una angustia extrema. Pero se trataba de un procedimiento primitivo y los accidentes eran frecuentes. Actualmente, ni siquiera hace falta una tina llena de agua sino que se acuesta el prisionero en una bañera vacía. Se le ahoga entonces vertiendo agua sobre su cabeza, con la posibilidad de parar inmediatamente. Ahora hay menos accidentes.

Cada “sesión” se codifica para determinar los límites soportables. Varios ayudantes miden la cantidad de agua utilizada, el momento y la duración del ahogamiento. Cuando esta se produce, los ayudantes recogen el vómito, lo pesan y lo analizan para evaluar el gasto de energía y el agotamiento provocado.
En resumen, como decía el director adjunto de la CIA ante una Comisión del Congreso de los Estados Unidos: «Eso no tiene nada que ver con lo que hacía la Inquisición, con excepción del agua» (sic).

Los experimentos de los médicos estadounidenses no se hicieron en secreto, como los del doctor Josef Menguele en Auschwitz, sino bajo el control directo y exclusivo de la Casa Blanca.

Todo se informaba a un grupo encargado de tomar las decisiones, grupo que se componía de 6 personas: Dick Cheney, Condoleezza Rice, Donald Rumsfeld, Colin Powell, John Ashcroft y George Tenet. Este último atestiguó que había participado en una docena de reuniones de trabajo de dicho grupo.

Pero el resultado de esos experimentos no es satisfactorio. Son pocos los “conejillos de indias” que han resultado receptivos. Se logró imponerles lo que debían confesar, pero su estado se mantuvo inestable y no ha sido posible presentarlos en público ante una contraparte.

El caso más conocido es el del seudo Khalil Sheikh Mohammed. Se trata de un individuo arrestado en Pakistán y acusado de ser un islamista kuwaití, aunque es evidente que no se trata de la misma persona.

Al cabo de un largo periodo de torturas, durante las cuales fue sometido 183 veces al suplicio de la bañera sólo durante el mes de marzo de 2003, el individuo dijo haber organizado 31 atentados diferentes a través del mundo, desde el atentado cometido en 1993 en Nueva York contra el WTC hasta los del 11 de septiembre de 2001, pasando por la explosión de una bomba que destruyó un club nocturno en Bali y la decapitación del periodista estadounidense Daniel Pearl. El seudo Sheikh Mohammed mantuvo sus confesiones ante una comisión militar, pero los abogados y jueces militares no pudieron interrogarlo en público porque se temía que, ya fuera de su jaula, se retractara de lo que había confesado.

Para esconder las actividades secretas de los médicos de Guantánamo, la Marina de Guerra estadounidense organizó viajes de prensa a Guantánamo para periodistas complacientes. El ensayista francés Bernard Henry Levy se prestó así para desempeñar el papel de testigo moral visitando lo que quisieron enseñarle. En su libro American Vertigo, Bernard Henry Levy asegura que el centro de detención de la base naval estadounidense de Guantánamo no se diferencia de las demás penitenciarías estadounidenses y que los testimonios sobre las torturas «han sido más bien inflados» (sic) [7].


Una de las cárceles flotantes de la US Navy. Se trata del navío USS Ashland. La cala de fondo aplanado fue modificada para recibir las jaulas con prisioneros y disponerlas en varios niveles.
Las prisiones flotantes de la US Navy

En definitiva, la administración Bush estimó que era muy reducido el número de individuos que podían ser “acondicionados” al extremo de creer que habían cometido los atentados del 11 de septiembre. Concluyó entonces que una gran cantidad de prisioneros debían ser puestos a prueba para seleccionar a los más receptivos.

Teniendo en cuenta la polémica que se desarrolló alrededor de Guantánamo y para garantizar que fuese imposible cualquier acción legal en su contra, la Marina de Guerra de los Estados Unidos creó otras prisiones secretas y las situó fuera de toda jurisdicción, en aguas internacionales.

17 barcos de fondo plano, como los que se destinan al desembarco de tropas, fueron convertidos en prisiones flotantes con jaulas como las de Guantánamo. Tres de esos navíos han sido identificados por la asociación británica Reprieve. Se trata del USS Ashland, el USS Bataan y el USS Peleliu.

Si se suman todas las personas que han sido hechas prisioneras en diferentes zonas de conflicto o secuestradas en cualquier lugar del mundo y transferidas a ese conjunto de prisiones durante los 8 últimos años, resulta que un total de 80,000 personas deben haber pasado por ese sistema, entre ellas por lo menos un millar pudieran haber sido llevadas hasta las últimas fases del proceso de Biderman.

A partir de todo lo anteriormente mencionado, el problema de la administración Obama se resume de la siguiente manera: No será posible cerrar Guantánamo sin que se sepa lo que allí se hizo. Y no será posible reconocer lo que allí se hizo sin admitir que todas las confesiones recogidas son falsas y que fueron inculcadas de forma deliberada a través de la tortura, con las consecuencias políticas que ello implica.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, el tribunal militar de Nuremberg actuó en 12 juicios. Uno de ellos estuvo dedicado a 23 médicos nazis. Siete de ellos fueron absueltos, 9 fueron condenados a penas de cárcel y otros 7 fueron condenados a muerte. Desde entonces existe un Código Ético que rige la medicina a nivel mundial. Ese Código prohíbe precisamente lo que los médicos estadounidenses hicieron en Guantánamo y en las demás cárceles secretas.

Documentos adjuntos
«Communist attempts to elicit false confessions from Air Force prisoners of war», por Albert D. Biderman
Bulletin New York Academy of Medecine 1957 Sep ;33(9):616-25.
(PDF - 964 KB)
«The Manipulation of Human Behavior», bajo la dirección de Albert D. Biderman y Herbert Zimmer
John Wiley & Sons, Inc., New York (1961).
(PDF - 2.4 MB)
Documentos desclasificados por la Comisión del Senado de los Estados Unidos para las fuerzas armadas que demuestran el uso de la tortura de acondicionamiento en Guantánamo.
U. S. The Senate Armed Services Committee, 17 de junio de 2008.
(PDF - 3 MB)

Thierry Meyssan es Analista político francés. Fundador y presidente de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores, 2008).

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